INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO
Objetivo general del proyecto:
Diseñar situaciones de enseñanza para que los estudiantes amplíen sus conocimientos acerca del ambiente natural y social, creando hábitos y conductas que les permitan amar y respetar la naturaleza, estimulando la participación y motivación.
El proyecto se desarrolló en el edificio donde funciona la escuela especial. Dado que el patio no cuenta con un sector de césped, fue necesario diseñar alternativas para crear espacios de cultivo. Para ello se utilizaron pallet que se rellenaron con tierra y se reutilizaron botellas descartables como macetas, entre otros recursos, lo que permitió adaptar el entorno y posibilitar la instalación de la huerta.
Pregunta impulsora:
¿Cómo podemos iniciar a nuestros estudiantes en la observación e indagación de fenómenos meteorológicos en su entorno inmediato?
Producto final esperable:
Diseño y planificación de una huerta escolar
DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA
El proyecto “Entre Plantas” se desarrolló a través de distintas etapas que permitieron construir una experiencia pedagógica auténtica, accesible y sostenible. Al inicio se realizó un diagnóstico del espacio y de las necesidades de los estudiantes, lo que llevó a organizar apoyos visuales, rutinas claras y roles simples que facilitaron la participación desde las posibilidades reales de cada uno. Luego se preparó la huerta: se limpiaron los sectores, se seleccionaron tarimas y recipientes, se reunió tierra y semillas y se diseñaron carteles, lo que fortaleció el sentido de pertenencia y la motivación.
La siembra constituyó un momento clave; los estudiantes manipularon materiales, prepararon la tierra, regaron y registraron cambios, tomando decisiones colectivas sobre qué plantar y cómo organizar el espacio. Con el crecimiento de las plantas se instauraron rutinas de cuidado que favorecieron la autonomía, la permanencia en la tarea y la comunicación funcional. Las interacciones entre pares se hicieron más colaborativas, con gestos de ayuda, acuerdos espontáneos y responsabilidades compartidas.
Un momento significativo fue la participación de la escuela en la Muestra Provincial de Proyectos de Comunidades de Aprendizaje, realizada en la ciudad de Santa Fe. Esta instancia resultó una experiencia formativa y valiosa, que permitió dar a conocer el proyecto, compartir el proceso de trabajo y visibilizar el compromiso de los estudiantes y docentes. Además, abrió nuevas oportunidades de intercambio y reconocimiento institucional.
Finalmente, se decidió abrir el proyecto a la comunidad mediante carteleras, fotos y encuentros breves, lo que permitió visibilizar las capacidades de los estudiantes y motivar a otros grupos a sumarse. A lo largo de todo el proceso se evidenciaron avances significativos en regulación emocional, participación activa y comprensión de los ciclos naturales, consolidando un proyecto que no solo embellece la escuela, sino que transforma las prácticas educativas y potencia la inclusión, la convivencia y el trabajo en equipo.
APRENDIZAJES Y CONCLUSIONES
El proyecto dejó como principal aprendizaje institucional el valor de ofrecer experiencias concretas y multisensoriales que conecten a los estudiantes con su entorno natural. La huerta se consolidó como un espacio pedagógico flexible donde los contenidos de Ciencias Naturales, Matemática, Lengua y AVD pudieron integrarse de manera práctica y significativa. También permitió fortalecer el vínculo con las familias, que observaron el impacto real del trabajo durante las muestras y exposiciones realizadas a lo largo del año. Sus efectos se evidenciaron en distintos niveles: en lo individual, los estudiantes desarrollaron habilidades motoras, cognitivas, sociales y emocionales a través de la participación activa; en lo escolar, se integraron diversas áreas y se motivó a otros cursos a sumarse; y en lo comunitario, las familias y vecinos conocieron, acompañaron y hasta replicaron la experiencia en sus hogares.
A futuro, el proyecto abre nuevas posibilidades como incorporar compostaje, ampliar la variedad de plantas y organizar ferias de intercambio o acciones solidarias. La comunicación con la comunidad será clave para sostener este crecimiento, utilizando redes sociales, WhatsApp, carteleras y encuentros como vías accesibles para compartir avances y aprendizajes.
La reflexión final del proceso reafirma que la huerta no solo permitió aprender sobre plantas: se convirtió en un espacio donde la inclusión, el trabajo en equipo y el cuidado del ambiente se volvieron prácticas cotidianas. El mensaje que sintetiza esta experiencia —“Todos podemos aprender, trabajar en equipo y transformar nuestro entorno”— expresa el impacto profundo del proyecto y orienta su continuidad hacia nuevas formas de participación y transformación educativa.