El 2 de mayo de 1982, a consecuencia del ataque del submarino nuclear británico Conqueror se produjo el hundimiento del crucero argentino Ara General Belgrano que permitió a los británicos la superioridad naval en la zona. El ataque causó la muerte de 323 argentinos, prácticamente la mitad de las bajas de nuestro país en toda la contienda. El ataque se produjo fuera del área de exclusión establecida por el gobierno británico alrededor de las islas. Al respecto, el informe Rattenbach, en su último párrafo, indica: “Al Reino Unido, vencedor de la contienda, le queda hoy el análisis desapasionado de su conducta durante el conflicto. De este análisis surgirá, a no dudarlo, el hecho intrínsecamente cruel por innecesario, cuál fue el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano. Su responsabilidad por este acontecimiento, además de otros de menor cuantía, es insoslayable”.