El gaucho Antonio Rivero, junto con grupo de gauchos e indios charrúas que residían en las islas luego de la ocupación británica de enero de 1833, protagonizaron un alzamiento tras el que habrían logrado izar la bandera nacional en las Islas Malvinas. Apresaron al gaucho Rivero y lo trasladaron a Londres donde el tribunal que lo juzgó se declaró incompetente debido a que sus acciones se habían desarrollado fuera de la jurisdicción de ese tribunal; es decir, en territorio que Inglaterra no reconocía como propio. Fue entonces enviado a Uruguay y liberado en Montevideo.